Fuga de talento
Cuando en una organización el índice de rotación es alto es porque algo está pasando. Las personas que, aún teniendo trabajo, buscan otra oportunidad solo muestran descontento, desmotivación o desacuerdo. No es casualidad el no querer trabajar en una empresa.
Fuga de talento es sinónimo de huida de personas cualificadas para seguir su experiencia profesional en otra. Todo su conocimiento y expertice se lo llevan en su mochila de vida y se van a otro lugar donde poder crear, customizar, compartir y aprender.
Buscan mejores oportunidades y experiencias retadoras.
Una persona no es un recurso que puede ser sustituido fácilmente. Se requiere de tiempo para adquirir un nivel de capacitación adecuado y convertirse en la pieza de engranaje que funcione en óptimas condiciones.
Las empresas tienen que ser capaces de atraer talento, contratarlo y retenerlo. Si te sientes parte integrante no buscas un lugar mejor donde echar raíces.
Consecuencias negativas para la empresa:
🔸Pérdidas económicas.
🔸Equipos pocos productivos
🔸Disminuye la competitividad de empresa
🔸Incumplimiento de objetivos
Causas de la fuga de talento:
🔸Falta de liderazgo
🔸Mal clima de trabajo
🔸Desmotivación
🔸Pérdida de sentido de pertenencia
🔸Imposibilidad de progresar
🔸Conflictos
El compromiso de la empresa de cuidar a las personas y una buena política de gestión del talento, son buenas medidas para implantar.
Cuando las personas se marchan, las empresas tienen que aprender a identificar qué está pasando. No es buena práctica ofrecer dinero cuando la persona ya ha tomado la decisión de irse. Al talento hay que remunerarle acorde a su desempeño y reconocérselo antes de irse por ese motivo. Es como reconocer que antes no veían tu valía, o lo que es peor, que no valías más.
Las entrevistas de salida son importantes para conocer motivos de cambio y cerrar adecuadamente una etapa de colaboración. Tiene que ser una conversación en el que la empresa muestre interés por entender las razones por las que una persona decide marcharse.
Pero no vale hacerlo como mero trámite de la estrategia de experiencia de empleado. Eso aporta valor cero porque es papel mojado. Tampoco puede ser una encerrona de acusaciones y reproches. Una pérdida de tiempo para ambas partes y ausencia de lealtad los últimos días del empleado.
Muchos son los motivos por los que un trabajador justifica para irse. La empresa debería plantearse porqué el trabajador ha decidido no quedarse. Es una reflexión a tener en cuenta y trabajar sobre ello.